Forpus Coelestis

Familia de los psitácidos; Orden Psitaciformes.

Los Loros pequeños son fáciles y baratos de mantener; anidan con facilidad y en los ejemplares adultos el sexo de determina a simple vista. En muchos aspectos, su cuidado es similar al de los agapornis y se podrían considerar como sus equivalentes en el Nuevo Mundo; de hecho, el loro pequeño azul se consideraba a veces como un agapornis de alas azules.

Su alimentación es sencilla, está basada en una mezcla de semillas de hierbas y otras plantas, bayas y frutas. La mezcla debe ser rica ya que no es fácil persuadirlos a comer verduras o frutas. La base de la dieta será alpiste, mijo blanco, cáñamo, níger y semillas de girasol. También comen mijo en mazorca.

Alojamiento: No son exigentes con el alojamiento, pueden mantenerse en el exterior en aviarios comunes, siempre y cuando sean de grandes dimensiones. Son aves muy territoriales y no dudarán en atacar a otras parejas de su mismo aviario. Fuera de la época de cría no hay muchos problemas en mantenerlos juntos. Se pueden criar con éxito en jaulones de 120 x 50 x 50 separados en el centro con lo que a cada pareja les queda un espacio de 60 x 50 x 50 cm. Este espacio es suficiente, durante la apoca de cría permanecen casi todo el día dentro del nido, por lo que sus necesidades de espacio son limitadas.

Cría: se puede distinguir el sexo de los forpus cuando empiezan a emplumar, pero aunque es muy fácil obtener una pareja autentica, puede ser muy difícil distinguir la especie de las hembras. Estos loros aceptan las cajas de nidificación de los periquitos ondulados (comunes), que les proporcionan un fondo bastante mas amplio del que utilizarían en libertad. Aceptan como material de construcción astillas de madera, turba húmeda bien apretada o bien una mezcla de serrín y tierra.

Las puestas constan de entre 3 a 8 huevos pero lo normal es de 4 a 6. Los incuba la hembra, aunque el macho pasa mucho tiempo en el nido durante el día y duerme dentro. Los periodos de incubación varían entre los 18 y los 23 días. Al nacer están casi desnudos a los 12 días abren los ojos y a los 20 días están ya casi emplumados. Abandonan el nido entre la cuarta y quinta semana. Se tiene que vigilar a los padres ya que pueden atacar a los jóvenes recién emplumados.

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